Resumen
El intento de esta breve nota es mostrar que en una filosofía de corte materialista, el Ego Trascendental es un filosofema, al menos, ocioso.
Es evidente que hablamos de filosofía materialista cuando se procede a un descentramiento de la realidad y, a partir del mundo adspectable somos conducidos, no a un más allá nouménico que sigue siendo la sombra del Ser, sino a la materia en tanto que pluralidad radical. Descentramiento que a la postre resulta doble: del Ser pero también del Sujeto.
Citas
Agamben, G. (2000), Il tempo che resta. Torino, Bollati Boringhieri.
Badiou, A. (2006), Logiques de mondes. Paris, Seuil.
Bueno, G. (1995), La vuelta a la caverna. Barcelona, Biblos.
Bueno, G. (1972), Ensayos materialistas. Madrid, Taurus.
Cantor, G. (2006), Fundamentos para una teoría general de conjuntos, (ed. José Ferreirós). Barcelona, Crítica.
Gödel, K. (2006), Obras completas (J. Mosterín, ed.). Madrid, Alianza.
Lapiedra, R. (2008), Las carencias de la realidad. Barcelona, Tusquets.
Richir, M. (2000), Phénoménologie en esquisses. Grenoble, Jérôme Million.
Yourgrau, P. (2007), Un mundo sin tiempo. Barcelona, Tusquets.
Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.