Resumen
La perspectiva de convertirse en rey de Escocia según la predicción de tres criaturas sobrenaturales conduce a Macbeth y a Lady Macbeth a cometer crímenes inefables con el solo propósito de satisfacer su ciega ambición. Ahora bien, para llevar a cabo si proyecto, ambos son condenados a padecer alucinaciones e insomnios. Dichos fenómenos se toman como síntomas de una patología profunda. Pese a que el inicio de estos desórdenes mentales parecería deberse a un fenómeno sobrenatural, la propia enfermedad no es expresión de poder demoniaco alguno sino antes bien de un desorden psico-patológico. Nos hallamos ante una deliberada oscilación entre las apariencias causadas por la enfermedad y aquellas causadas por un supuesto poder sobrenatural. Así pues, lo patológico en Macbeth se antoja inseparable de su carácter simbólico. Lo patológico se invoca a modo de metáfora de una decadencia moral que, en Macbeth y Lady Macbeth, cobra progresivamente la forma de una decrepitud mental y luego física. La anomalía de Macbeth, que se describe al principio como aureolada por connotaciones positivas, terminará, al hilo de la obra, por trocarse en una locura profunda que le hará imposible toda adaptación a su entorno. En la obra Macbeth, lo patológico subraya la evolución de Macbeth hacia la figura del tirano como resultado de una serie de actos inmorales.
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