Pensar Deleuze. Cien años de pensamiento nómada

En el centenario del nacimiento de Gilles Deleuze, somos testigos de una notable expansión de su pensamiento. Quizás porque ha llegado el momento de cumplir el vaticinio de su colega Michel Foucault ("Un día, el siglo será deleuzeano"), o tal vez porque la revolución que proponía en su obra es hoy más urgente que nunca. Cada año, los estudios sobre su filosofía se multiplican, al punto de que pensar las nuevas derivas del pensamiento filosófico parece imposible sin pasar o haber sido atravesados por su legado. Incluso en las calles, en las manifestaciones y movimientos sociales, Deleuze se ha convertido en una referencia ineludible. Su influencia, que trasciende el ámbito académico, ha reconfigurado el activismo político, fusionándolo de manera definitiva con el arte y la expresión estética.

Para Deleuze, la filosofía debe ser creativa, deseante; debe permitirnos sentir de nuevas formas, percibir desde otras perspectivas y captar el mundo bajo interpretaciones renovadas. Solo así podrá inspirar auténticas transformaciones sociales. En su visión, la filosofía no puede limitarse a resolver antiguas dialécticas, sino que debe crear nuevos problemas. Hoy más que nunca, los tiempos nos invitan a estudiar su obra, a adentrarnos en ella. Sin embargo, esta tarea no es sencilla, pues en su extraordinaria originalidad, Deleuze forjó una terminología en constante evolución, a la cual debemos sumergirnos, comenzando desde el centro mismo.

Este curso aspira a cumplir con la labor de introducir y divulgar el pensamiento deleuzeano, ofreciendo una experiencia que sea, a la vez, estimulante para los ya iniciados, sugerente para los especialistas y accesible para todos.

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